‘COMER SANO’ según la INDUSTRIA ALIMENTARIA

Esta niña parece la versión femenina del muñeco Chucky. Vamos, con esa mirada se devoraría hasta su madre.

Es curioso que la mayoría de gente que se pone en contacto conmigo, para mejorar su salud, lo primero que me dice es: ‘Si yo como super sano, la verdad, no sé por qué estoy así (estreñimiento, úlcera, acidez, obesidad, delgadez extrema…’. Y una vez hemos entrado en materia son conscientes de que estaban equivocados.

Llevo varias semanas ‘tragándome’, muy a mi pesar, todos los anuncios de TV para ver qué es lo que nos están inculcando, grabando en la memoria y lo que nos están programando. Es una vergüenza y una humillación para mi ver cómo nos hacen creer que ciertos productos (imposibles llamarlos a estas alturas alimentos) son realmente sanos y curativos:

TREMENDAS NOTICIAS que nos EMPEQUEÑECEN

La televisión: La reina de la casa.

Tsunamis, grandes catástrofes, guerras, atrocidades, explosiones, muertes, violencias, violaciones, agresiones…diariamente enseñadas sin ningún pudor (cuanto más dramático mejor) por nuestra caja cuadrada que se ha convertido en la reina de la casa. Es la única que consigue callar literalmente a una familia: ‘¡Calla niño que no oigo lo que dicen!’.
Pero lo que más me indigna es que nos enseñan la versión que ellos quieren que veamos. La versión más catastrófica e inhumana para hacernos sentir un miedo atroz, para hacernos sumisos, sin esperanza, para que vivamos callados y sin ansias de crecer porque, claro: ‘¡Qué bien estamos aquí con lo que está pasando en el mundo…no nos podemos quejar!

COMEDURA DE OLLA MENTAL

Pues sí, hablemos de comeduras de olla mentales que nos dejan a todos absortos y dormidos para creer sólo lo que está ‘científicamente probado’, lo que nos dice nuestro médico de cabecera, nuestro cura, nuestro profesor de yoga o nuestro maestro. Todos buscamos la respuesta de nuestros males afuera para que alguien ajeno a nosotros, un gurú, nos los solucione.
Tenemos que despertar y darnos cuenta que nosotros, sólo nosotros somos los únicos que podemos ayudarnos, ayudarnos y curarnos de toda esta comedura de olla programada durante tantos años que empieza casi en el momento en que nacemos por no decir antes.