Champús de frutas, de flores, de cereales, con queratina, con vitaminas, anticaspa, dos en uno, suavizantes, mascarillas, fijadores, lacas, ampollas anticaída y un sinfín de productos sintéticos y químicos que nos ponemos diariamente durante toda nuestra vida para, supuestamente, mimar nuestro cabello. Y para rematar la faena seguimos con secadores, planchas, peines eléctricos y todo tipo de tecnología capilar..
Uno de los componentes más utilizado en estos productos, por su bajo coste, es el paraben o parabeno: ‘Los parabenos, o parabenes, son un grupo de productos químicos utilizados como conservantes en la industria cosmética y farmacéutica. Pueden ser encontrados en champús, cremas hidratantes, geles para el afeitado, lubricantes sexuales, medicamentos tópicos y parenterales, autobronceadores y dentífricos. También son utilizados como aditivos alimentarios. En la conservación de alimentos se utilizan desde la década de 1930, para la protección de derivados cárnicos, especialmente los tratados por el calor, conservas vegetales y productos grasos, repostería y en salsas de mesa. Se usan en relleno de pasteles, refrescos, jugos, aderezos, ensaladas, jaleas con edulcorantes artificiales, mientras el éster de heptilo se usa en la cerveza. También se han utilizado en productos médicos para uso tópico’.
Como podéis comprobar hay parabenos hasta en la sopa. No sólo los tenemos para uso tópico sino que también los tomamos por vía oral. Ya se ha reconocido públicamente que crean reacciones alérgicas en nuestra piel y también ya ha habido casos de cáncer sobretodo de mama.
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