ADICTOS AL AZÚCAR: PURA QUÍMICA CEREBRAL.

Encontramos dulce en cualquier esquina y eso hace difícil dejar la adicción.

Por todos es sabido, que cuando tomamos algo dulce, como un trozo de chocolate, queremos más y acabamos con la tableta entera. Nos insultamos llamándonos golosos y nos sentimos personas que no tienen fuerza de voluntad. Algo de razón os doy pero también hay que decir que si nos adentramos en nuestro cerebro encontraremos causas químicas que nos indican porqué somos adictos a cualquier tipo de dulce.
Cuando una persona le viene el ataque loco de ganas de dulce es porque tiene una mayor necesidad de serotonina, dopamina y betaendorfina. Estas palabras para algunos ya conocidas, son sustancias químicas que tienen un papel muy importante.
Normalmente la gente adicta al azúcar (y a veces al alcohol) suele ser muy creativa, no es ningún secreto que algunos grandes artistas como escritores, pintores, músicos tienen un comportamiento adictivo y a veces destructivo. Por tanto, es muy importante poder equilibrar las sustancias químicas antes mecionadas observando los efectos que nos producen diferentes alimentos.

Día tras día, año tras año que hace la adicción se convierta en obsesión y obesidad.

Cuando ansiamos locamente algo (generalmente azúcar, alcohol, tabaco…) es una manera de decirnos nuestro cuerpo que necesita una combinación de sustancias químicas distinta a la que está recibiendo. Debemos entonces descubrir qué es lo que necesita nuestro cerebro. Todo es más fácil de lo que parece. Veamos ahora qué nos aportan estas sustancias químicas:
– La serotonina se fabrica en el cerebro a partir del aminoácido triptófano que se encuentra principalmente en la proteínas. Para que éste entre en nuestra sangre, es necesario también comer hidratos de carbono complejos. Una cantidad buena de serotonina es la clave para sentirnos tranquilos y centrados. El antidepresivo Prozac estimula la producción de serotonina al igual que algunos medicamentos para bajar de peso (muchos eliminados por sus peligrosos efectos secundarios). Pero con la alimentación podemos estimular y equilibrar la serotonina sin fármacos.

Arroz integral el hidrato complejo más equilibrio. Nos dará estabilidad emocional y nutritiva.

Lo mejor para obtener lo que se necesita es tomar algo en pequeña cantidad rico en carbohidrato complejo a las cuatro de la tarde o por la noche antes acostarse, ya que son horas que tienden a bajar los niveles de azúcar y serotonina, produciendo cansancio, un estado anímico bajo y un hambre falsa. Otra manera ideal es exponerse a la luz natural, con unos diez minutos basta.  Por eso mucha gente baja de peso en verano ya que la luz estimula la producción de serotonina y disminuyen las ansias y el consumo de dulces. La gente con tendencia depresiva tendría que consumir más hidratos de carbono complejos (cereales integrales) para estimular su producción de serotonina.
– La betaendorfina está relacionada con la euforia y una menor capaciad de sentir dolor. Tiene propiedades similares a la morfina. Los alimentos con alto índice glucémico como el azúcar o los refinados son muy adictivos ya que actúan a modo de opio, pero hay que decir que la betaendorfina también aumenta cuando estamos enamorados o cuando meditamos.

Mesa macrobiótica: Adiós a las adicciones.

– La dopamina es la que nos da el movimiento y la expresión emocional, se aumenta comiendo proteínas. Por eso algunos vegetarianos están bastante cansados o faltos de movimiento. Si alguna vez deseamos carne una de las razones puede ser porque necesitemos dopamina. Un poco de proteína, animal o vegetal, en nuestras comidas principales hará estabilizar nuestro nivel de azúcar en la sangre.
Además se produce más dopamina cuando nos ilusionamos y se tiene la impresión de que el tiempo vuela o se pierde la noción del tiempo.
Una manera para descubrirnos nutricionalmente hablando, sería escribir un ‘diario nutricional’, anotando todo lo que ingerimos a lo largo del día, dónde, cuándo y cómo nos sentó física y emocionalmente. En poco tiempo nos daremos cuenta y comprobaremos cuáles son los alimentos que nos desestabilizan y cuáles son los que nos sientan bien y nos equilibran.
En resumen, podemos dejar de ser adictos al azúcar si introducimos hidratos de carbono complejos, proteína animal o vegetal, verduras de la estación, haciendo ejercicio regular, exponiéndonos al sol y logrando conectar nuestro cuerpo-mente con la comida.
Es más sencillo de lo que parece, simplemente debemos ser conscientes de ello y cualquier adicción puede ser superada con valentía, fuerza y constancia.
Salud y Buenos Alimentos Equilibradores.
Yo Isasi
http://www.nutricionencasa.com

MARGARINAS PESADAS

Take control (toma el control), Smart balance (equilibrio inteligente). La industria sí que sabe cómo convencernos y hacernos creer que seguimos poseyendo el poder, cuando nos lo robaron hace tiempo.

Hace unas décadas fuimos ‘bombardeados’ con un nuevo alimento que nos lo vendían como sano, ligero e ideal para nuestros hijos y a la vez estupendo para las madres que querían mantener la línea. Nos convencieron de que había que dejar nuestras tostadas con mantequilla y sustituirla por la margarina. Pero el tiempo pone de nuevo todo en su sitio y por fin se puede decir en voz alta que esto es otra falacia alimentaria más. Leer más de esta entrada

El CAFÉ de los muy CAFETEROS.

Hermosos y coloridos granos de café.

Es momento de hablar de uno de las bebidas más consumidas en el mundo. Es momento de analizar los pros y los contras de esta exquisita y adictiva bebida. Hagamos una pequeña introducción de su aparición para luego adentrarnos en la parte nutricional.
Los árboles del café o cafetos provienen de África central y fueron llevados al sur de la India, de allí a Java y luego al caribe francés. Hoy los mayores exportadores de café son Brasil, Vietnam y Colombia. Los países africanos aportan una quinta parte de la producción mundial.
La infusión de café hizo su debut en la Exposición de París de 1855 con el expresso italiano, palabra que significa: ‘Algo que se hace en el momento y se entregra rápidamente a un solo cliente’.
Los cafés arabica son de Etiopía y Sudan y los café robusta de África occidental. Los arabica desarrollan un sabor más complejo y equilibrado y contienen menos cafeína que los robusta.
Es muy importante el tostado de los granos crudos del café, ya que los transforma dándoles un sabor especial y facilidad para abrirse. Los granos se tuestan a temperaturas entre 190 y 220ºC como máximo 15 minutos.

Auténtico café.

El resultado es unos granos pardos, quebradizos y esponjosos. Cuanto más se calientan más oscuros se vuelven y el color es un buen indicativo del equilibrio de sabores. Los tostados medios proporcionan el mejor cuerpo.
Una vez tostados, los granos enteros se conservan razonablemente bien durante un par de semanas a temperatura ambiente, o un par de meses en el frigorífico, antes de volverse rancios. Cuando los granos se han molido, solo duran unos días a temperatura ambiente. Así que si compramos café molido es mejor guardarlo en la nevera.
El auténtico café expres (el más apreciado por los entendidos) se hace muy deprisa, aproximadamente en 30 segundos dando un cuerpo apreciable y aterciopelado y un sabor intenso. La alta presión forma una emulsión cremosa de gotitas diminutas  que contribuye a la lenta y prolongada liberación del sabor en la boca, mucho después del último sorbo. Otra característica única es la crema, la espuma cremosa y considerablemente estable que se forma en la infusión y cubre su superficie.
Es mejor disfrutarlo inmediatamente. La temperatura ideal para beberlo es de unos 60ºC, cuando un sorbo no escalda la boca y todo el aroma del café está saliendo. Como en la taza se enfría, el café se suele dejar en la cafetera. El calor fuerte hace que el sabor cambie apreciablemente en menos de una hora. La mejor manera de mantenerlo caliente es conservando el calor original en un recipiente precalentado, aislado y cerrado, no sobre una plancha caliente que aporta constantemente un calor excesivo por debajo, mientras que por encima escapan el calor y el aroma.
La base es un exquisito equilibrio de acidez, amargor y astringencia. Se han identificado más de 800 compuestos del aroma, que aportan notas de nueces, tierra, flores, fruta, pan…
Adentrándonos un poco más en sus propiedades organolépticas, podemos comentar que cada taza puede contener entre 75 y 150 mg de cafeína. La función de la cafeína es estimular el sistema nervioso, por eso a muchas personas les produce insomnio y en dosis elevadas palpitaciones, nerviosismo y taquicardia.
Si tenemos dolor de cabeza y tomamos café, desaparece ya que disminuye los vasos sanguíneos pero favorece la hipertensión.
En dosis elevadas produce ardor de estómago, tiene efecto laxante y diurético. Pero tomar una taza de café después de las comidas facilita la digestión al activar las secreciones gástricas y la movilidad intestinal.
La cafeína es utilizada en medicamentos ya que moviliza las grasas y en los deportes de competición favorece las contracciones musculares retardando la fatiga.
No se le puede considerar una bebida adelgazante pero entretiene el hambre, por eso muchas mujeres que quieren adelgazar están engachadas a la cafeína.
Pero la única manera de saber si somos tolerantes al café es observando las reacciones de nuestro cuerpo y debería ser eliminado si tenemos: insomnio, cistitis, hipertensión, acidez, úlceras y ardores de estómago, alteraciones intestinales y problemas de corazón.
La cafeína afecta bastante más a las mujeres, grandes consumidoras, por cierto. Ya no solo me refiero al café, sino también a los chocolates, colas y medicamentos (existen más de mil que contienen cafeína).
Está comprobado que la cafeína puede variar el nivel de estrógenos presente en el organismo causando sensibilidad en los pechos antes de la menstruación y acelerando la pérdida de calcio de nuestros huesos creando osteoporosis. Algunos métodos de preparación de cafés elevan los niveles de colesterol en la sangre ya que no filtran los lípidos (cafestol y kahweol) y lo elevan ocurriendo ésto en las cafeteras de émbolo y en el café expres. Para consuelo de muchas puedo decir que habría que tomar unas ochos tazas de café para que la pérdida de calcio fuera significativa pero como he comentado la cafeína está en muchos productos además de en el café. Por tanto, precaución.

Valoremos la esencia de las cosas naturales. Todo un ritual.

Dejar la cafeína sólo lleva dos o tres días, pero los dolores de cabeza y el cansancio que produce la abstinencia pueden ser bastante molestos y debilitadores y mucha gente vuelve a tomar café para encontrarse mejor. Durante esos días es bueno beber mucha agua y buscar un buen sustituto como los té kukicha o bancha (tés japoneses).
Muchos pensaréis en sustituir el café por el descafeinado (se inventó en Alemania en 1908) pero en grandes cantidades puede resultar tóxico ya que para su elaboración se utilizan disolventes químicos como el cloruro de metileno (diclorometano), cloroformo, el tetracloruro de carbono y el acetato de etilo, que también se utilizan para eliminar la pintura, en aerosoles y pesticidas y se usa en la manufactura de cinta fotográfica. Y algunos llevan trazas de metales pesados como plomo y arsénico. Así que más vale olvidarse del café descafeinado por muy pequeñas cantidades que se tomen. El cloruro de metileno ingerido en grandes cantidades produce mareos, náuseas, adormecimiento de los dedos de las manos y los pies y en cantidades menores pérdida de atención y en contacto de la piel produce quemaduras y enrojecimiento.
Si somos cafeteros y nos gusta disfrutar de un buen café, debemos saber que las marcas de café de los supermercados deberían cambiarles el nombre, ya que llevan poco café y muchos disolventes, glucosa y azúcares añadidos. Por tanto, si queremos disfrutarlo tenemos que comprarlo en tiendas especializadas o en las tiendas de Comercio Justo, donde venden café, café, café auténtico.

Cafés de Comercio Justo.

Muchos de los que sois cafeteros ya no se puede decir que estéis tomando café original, por ejemplo, el café torrefacto se tuesta con azúcar blanco y otros llevan maltosa, lactosa, fructosa, glucosa y sacarosa (aunque algunas marcas todavía no lo ponen en el etiquetado) es decir, más azúcares. Y el café capuchino de una marca muy conocida que no pienso hacerle publicidad, lleva: leche desnatada en polvo, azúcar, grasa vegetal hidrogenada (la peor grasa saturada química), café soluble (sólo un 14,1%), lactosa, jarabe de glucosa deshidratado (más azúcar), proteínas de leche, estabilizadores (E-340, 452, 331) y sal refinada. Vamos, todo un deleite para nuestro paladar muy alejado de un verdadero y auténtico café.

Las bolsas de tus ojos, George, me dicen que tienes los riñones saturados de tanto café...

Nos queda hablar del último boom en cafeteras promocionado por nuestro querido actor George Clooney (las multinacionales del café son bastante listos) y donde se utiliza café en capsulas monodosis. Detengámonos un momento en este punto y seamos conscientes del gasto energético, medioambiental y económico de este gran negocio y sobre todo de la calidad del café. Seamos honestos, si seguimos consumiendo estos tipos de café durante mucho tiempo, entre todos podremos forrar todo el globo terráqueo de monodosis de café y nuestros riñones estarán tan resentidos por culpa de un café de baja calidad que agotará nuestro sistema inmunitario, que a la larga, nos crearán numerosas enfermedades autoinmunes y no exagero.

Cápsulas monodosis de café=Derroche medioambiental.

Si realmente queremos disfrutar de un buen café, busquemos calidad. Aún existen cafés buenos, ecológicos y auténticos. Os recomendaría comprarlo en grano para que vosotros mismos lo podáis moler en casa en el momento de prepararlo. Todo es más sencillo de lo que parece: Compras café en grano de calidad; tienes un molinillo casero; lo mueles; preparas tu cafetera y listo, acompañado de azúcar de rapadura o melaza de arroz. Os aseguro que notaréis la diferencia.
Y como en todo, buscad el equilibrio, todo en su justa medida y con calidad, aportándonos lo bueno, lo exquisito y lo natural. No dejemos que la industria alimentaria se haga rica a costa de nuestra salud, cambiando y manipulando todo alimento para ‘nuestra comodidad’. Por favor, dejemos de tomar ‘aguachirri’.

Y lo que nos faltaba: CAFÉ TRANSGÉNICO.

‘Productores de café denunciaron que Nestlé pretende introducir el cultivo de café genéticamente modificado a México. Los temores de los agricultores se centran en la contaminación cruzada de semillas que afectarían los cultivos de café orgánico.
Nestlé solicitó a las autoridades mexicanas autorizar la patente sobre café genéticamente modificado, denunció el consejero estatal de Productores de Café, José Luis Tejeda Colorado
Los caficultores temen que de llegarse a aprobar por el gobierno el uso de este tipo de café miles de familias de pequeños productores de café arábiga perderían los sellos de producción orgánica.  
A finales de febrero 2011, Nestlé obtuvo en Europa una patente sobre café genéticamente modificado que mejora la solubilidad del café en polvo.
“Si esa patente se aprueba en México los productores de café serán más dependientes de Nestlé, las variedades modificadas genéticamente podrían contaminar el café convencional y el café orgánico, del que México es el primer productor en el mundo”, advirtió Tejera.
El lider campesino exigió que Nestlé no ponga sus intereses económicos por encima del bienestar de millones de familias campesinas que viven de los ingresos que genera la comercialización del grano orgánico y que obtienen recursos adicionales por hacerlo sanamente’. Clubdarwin.net

Se veía venir…y Nestlé lo conseguirá comprando por cuatro míseros pesos a los políticos mejicanos. Es penoso cómo el dinero y la ambición se están cargando nuestra Tierra y nuestra Salud. ¿Cuál será el siguiente?

Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
http://www.nutricionencasa.com

VERDURAS MARINAS MEDICINALES: LAS ALGAS.

Encontrando alimento en el fondo del Mar...

Las algas (algae), tan de moda en estos momentos, ya se empleaban en China, Japón y Corea en el año 3000 a.C. Dominaron nuestras aguas durante mil millones de años. Existen más de 20.000 especies. Eran un elemento esencial en la alimentación de aztecas, vikingos, irlandeses, escoceses… Se les llamaba ‘concentrados de agua de mar’ y con toda razón, ya que aportan cantidades increíbles de vitaminas, aminoácidos, enzimas y casi todos los oligoelementos. Como su nombre indica, solo con 10 gramos nos aportan todas sus propiedades nutritivas y terapéuticas. Leer más de esta entrada